sábado, 12 de octubre de 2013

Un momento delicado...

Mirando el lado positivo, tomé la decisión de descansar esa semana que me dijo mi médico para ver cómo evolucionaba mi hombro. Mi autoestima se desmoronó cuando pasada esa semana, me dieron 15 días más de absoluto reposo, pues el dolor continuaba. Reconozco que alguna que otra lágrima solté a solas tras esa noticia, ya que sabía que todo el trabajo que hice con anterioridad y todo mi empeño en subir de peso, no había servido para nada.

Recapacitando sobre lo sucedido, me planteé la idea de hacer un deporte que siempre me ha gustado, el running, con la idea de aprovechar y quemar toda la grasa posible, mirando siempre el lado positivo.

Tras esos 15 interminables días de espera sin poder tocar un hierro, vuelvo al médico con el mismo dolor, ya suponía cual sería la respuesta del médico (otros 15 días de baja) y así fue, por si era poco, ya sumaba más de un mes de reposo. Pasado ese tiempo, y después de una muy leve mejoría, me presento en la consulta con la idea clara de cual sería su opinión (más reposo y un tratamiento más fuerte) pero no, esta vez me mandó una inyección con corticoides, pensando que así, el dolor desaparecería. Esta inyección, se trata de atravesar con la aguja la zona afectada (en mi caso, el hombro) y soltar un líquido bastante molestoso en el tendón, y preguntaréis... ¿Duele? Si, bastante.

Con esto, según mi médico, en aproximadamente tres días debería de haber mejorado bastante. Así fue, el dolor desapareció, aunque los crujidos al rotar el hombro, seguía igual. -Eso puede ser crónico en algunos casos- añadió el traumatólogo tras valorar una segunda opinión. Sinceramente, en ese preciso instante odié los hierros, pero estaba claro que el único culpable era yo por no ejercitarme de manera correcta.

Aprovecho para dar las gracias a toda esa gente de twitter que han estado apoyándome y dándome ánimos, me faltaría blog para escribir uno a uno sus nombres, ha sido algo duro de superar.

A todo esto, yo seguía practicando running y perdiendo grasa y como es lógico, masa muscular debido a no poder ejercitarme con pesos. He de admitir, que de no ser por mi amiga Lydia, (@lydia_nutricion en twitter), y su siempre disposición a ayudarme, hubiera perdido mucho más peso. Lydia siempre ha estado al pie del cañón cuando la he necesitado o he tenido alguna duda.

El hombro estaba bién, seguían los crujidos pero no el dolor, por lo que se acabó los más de dos meses de inactividad y tenía luz verde para volver a los hierros, pero no quería cometer los mismos errores de antes, por lo que me puse en contacto con Edu (@entrenadorprof en twitter) y la comunidad Ten un cuerpo 10 (@Tenuncuerpo10 en twitter) y me explicaron cómo calentar los rotadores del hombro y su musculatura mediante el vídeo que veréis más abajo. No sabría por donde empezar de no haber sido por ellos.





Todo marcha sobre ruedas, así que pesada para ver en cuánto había quedado (68,5kg) y... ¡¡¡Comenzaba mi fase de volumen!!!


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